Las concepciones son esquemas cognitivos de pensamiento implícitos en la que influyen incluyen creencias, significados, proposiciones, reglas, imágenes mentales y preferencias adquiridas en el proceso de socialización y que influyen en los procesos de razonamiento que los profesores realizan. Así, las concepciones son una forma efectiva de dar explicaciones a los hechos o ideas a través de un discurso de sentido común.
Las creencias es un tipo de conocimiento de tipo subjetivo, considerado poco elaboradas, generados a nivel particular por cada individuo para explicarse y justificar muchas de las decisiones y actuaciones personales y profesionales vividas, , lo que las hacen ser muy consistentes y duraderas para cada individuo. Asimismo, las creencias no se fundamentan sobre la racionalidad, sino más bien sobre los sentimientos, las experiencias y la ausencia de conocimientos específicos del tema con el que se relacionan.
El individuo construye su identidad por la mirada del otro. La identidad, desde la perspectiva narrativa, no es sólo lo que una persona hace o cómo la ven los otros, sino la capacidad para hacer una crónica particular de la vida, una historia continua del yo. En este sentido la identidad es el resultado a la vez estable y provisional, individual y colectivo, subjetivo y objetivo, biográfico y estructural, de los diversos procesos de socialización. En el ámbito educativo la identidad profesional es un conjunto de formas de ser y actuar configuradas durante la vida profesional que son resultado de transacciones entre el individuo y un grupo social. Ahora bien, no hay una identidad única de los profesores y profesoras, puesto que tanto el género, el nivel o la etapa educativa en que trabajan, la disciplina que enseñan, la situación laboral incide en su configuración.
Formación docente es un proceso de permanente adquisición, estructuración y reestructuración de conocimientos, habilidades y valores, por medio de una serie de experiencias formales e informales de aprendizaje durante toda la vida, para el desempeño de la función docente.
La narrativa es un tipo especial de discurso donde la experiencia humana vivida se expresa como un relato sobre cómo los profesores dan sentido a su trabajo y cómo actúan en sus contextos profesionales. La narrativa consta de una secuencia de sucesos, estados mentales, acontecimientos en los que participan las personas como personajes o actores. En el mundo educativo la narrativa es muy importante porque atiende a la dimensión personal como un factor esencial en el modo cómo los profesores construyen y desarrollan su trabajo.
Este saber se origina en la experiencia y permite dar sentido a la experiencia cotidiana de educar. Este saber es posible subdividirlo en: a) un saber pedagógico entendido como un conjunto de prácticas que un sujeto vive cuando está inmerso en una relación de enseñanza y aprendizaje, y b) un saber académico, producido por el conocimiento de formación disciplinar.
No es equivalente lo privado en cuanto a lo “característico de la persona”, ni tampoco es equivalente una expresión personal sobre las condiciones de vida. Por el contrario, lo subjetivo es un recurso simbólico-emocional de organización de los sentidos, los significados y una multiplicidad de experiencias humanas que transitan como un flujo constante integrando pasado, presente y proyectando futuros posibles para que los individuos den sentido a dichas experiencias. En este sentido la subjetividad se encuentra anclada en el tejido de símbolos y relaciones, en el que los sujetos están consigo mismo, con los otros y el mundo, es decir, es profundamente social e histórico.
Es ser consciente de los propios supuestos y prejuicios, las incertidumbres, a la hora analizar su propia práctica, en articulación con los saberes disciplinares, con la finalidad de develar el conocimiento tácito que se constituye a partir de prácticas pedagógicas anteriores. En el campo educativo, con esta categoría se busca superar la visión del profesorado como mero transmisor e informador de conocimientos, para situarlo como un agente constructor de éstos a partir del saber generado en su práctica.
Se refieren a una idea de línea de vida y/o carrera a lo largo de la vida que puede variar y cambiar en dirección, grado y proporción. En este sentido, el curso de vida de los sujetos es el resultado del entrelazamiento de múltiples trayectorias como el trabajo, la escolaridad, vida reproductiva, la vida extra-escolar, etc., en las que una persona se desenvuelve a lo largo de su vida y que articula en forma de una “trayectoria vital” que funcionará como eje o hilo conductor de las demás.